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A la alta la tendencia en México

Un aspecto muy necesario para contar con sectores industriales competitivos y con potencial, es tener personal formado y capacitado para desarrollar las actividades propias de las industrias involucradas. Si bien no es el único factor, es un punto de partida fundamental y una palanca para potenciar el robustecimiento de cualquier sector, pues sin personal humano capaz, se carece del primer engranaje de la cadena productiva.

Figura 1. Alumnos en las carreras químicas. Fuente: Elaboración propia con datos de ANUIES. 2005, 2006 y 2007 sin datos por ausencia de origen.

En el caso de la industria química, que ha sufrido una fuerte desaceleración a nivel nacional en los últimos 20 años con respecto al total de la economía; no obstante, la formación de recursos humanos ha continuado e incrementado en las instituciones de educación superior (IES). Esto pudiera parecer un contrasentido, pero en realidad da cuenta de la versatilidad que ofrece el perfil de los profesionales de la química.

Figura 2. Porcentaje de matrícula por carrera. Fuente: Elaboración propia con datos de ANUIES. Las cifras exceden el 100% debido al redondeo.

De acuerdo con datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), el ingreso a las carreras relacionadas con la química, se desploma a partir de 1986; pasando de casi 15,000 ingresos en 1985 hasta prácticamente 5,000 en 1998. A partir de entonces, el ingreso ha ido aumentando paulatinamente hasta cerca de 9,000 estudiantes en 2009 (Figura 1).

A la par de este errático comportamiento del ingreso, la matrícula ha variado también. De una tendencia a la alza precedente, empieza a decrecer a partir de 1986 en que se registraron unos 28,000 alumnos, hasta 1997 en que se registraron casi 23,000; a partir de ese año, la matrícula ha aumentado de manera sostenida, hasta registrar más de 36,000 alumnos en 2009.

La relación entre ingreso y matrícula da cuenta de una mayor eficiencia en la captación de alumnos con vocación, pues los estudiantes que ingresan, permanecen en la carrera en una mayor proporción que antes.

Figura 3. Distribución porcentual de matrícula por estado. Fuente: Elaboración propia con datos de ANUIES 2009.

Por otro lado, el tiempo medio de permanencia de los alumnos de carreras relacionadas con la química en las IES es de cinco años, mientras que en los útimos 15 años, la matrícula ha sido consistentemente cercana a cinco veces el ingreso. Desde esta realidad, la eficiencia terminal ronda sobre 73%, que es la proporción de estudiantes ingresados que egresan a los 5 años. A su vez, debido a la flexibilización en las opciones de titulación, ésta es superior al 80% del egreso. Los datos muestran una mejora constante en el período de análisis con respecto a años anteriores.

En cuanto a las carreras cursadas (Figura 2), un 65% estudia Ingeniería Química (IQ), siendo, por mucho, la más popular; la de Ingeniería Química Industrial (IQI), cuenta con un 11% de matrícula total; la de Química (Q), con un 9%; Ingeniería Petrolera (IPetro), 6%; Química Industrial (QI), 4%; (QIQPetro), 3%; y otras cuatro carreras contribuyen, en su conjunto, con un 3%: Ingeniería Química en Administración (IQ Admon), Ciencias Químicas (CQ), Ingeniería Química en Sistemas (IQ Sis), e Ingeniería Química Ambiental (IQ Amb).

Figura 4. Instituciones con más de 1,000 alumnos en carreras de química. Fuente: Elaboración propia con datos de ANUIES 2009. ESIQIE: Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas del Instituto Politécnico Nacional (IPN); FQ: Facultad de Química, UNAM: Universidad Nacional Autónoma de México; UdeG: Universidad de Guadalajara; IT Cd Madero: Instituto Tecnológico de Ciudad Madero; BUAP: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla; UANL: Universidad Autónoma de Nuevo León; FI: Facultad de Ingeniería.

Por su ubicación geográfica, un 27% de los estudiantes se localizan en el Distrito Federal, mientras que más de 12% estudian en Veracruz; otros cuatro estados registran matrícula superior al 5%: Tabasco, Estado de México, Jalisco y Nuevo León (Figura 3). Cabe señalar que Puebla, que por muchos años fue el segundo lugar en matrícula, es un estado que ha perdido un importante porcentaje de estudiantes de carreras relacionadas con la química, aunque la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), sigue siendo una de las IES que tiene más de 1,000 estudiantes matriculados (Figura 4).

En cuanto a las escuelas, 99 de ellas imparten las carreras relacionadas con la química, pero sólo siete tienen una matrícula superior a los 1,000 estudiantes (Figura 4).

Con esta breve semblanza de la enseñanza de la química en México podemos sentirnos seguros de que es una actividad consolidada, que es capaz de cubrir las demandas del mercado laboral y que los recursos humanos que egresan de estas universidades están capacitados tanto para sectores generales como investigación y desarrollo, como para sectores tan particulares como el petrolero.