Retos en sustentabilidad
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Atendiendo a esta inquietud, el Ingeniero Carlos Mena Brito (CM), Director Ejecutivo del Centro Mario Molina de Estudios Estratégicos, comenta que el cambio climático producido por los gases de efecto invernadero (GEI), es sólo uno de los retos ambientales. Es así que el mundo y nuestro país enfrentan problemas de contaminación atmosférica, contaminación de ríos, sobreexplotación de los mares, entre otros muchos.
Por esta razón, México es un actor internacional activo, que busca lograr acuerdos para modificar los sistemas de producción y consumo de energía. Estas modificaciones, disminuirán las emisiones de CO2, producto de la combustión de petróleo, gas y carbón, que son las principales fuentes de energía para producir electricidad, y para mover a la industria.
La industria química en México y su impacto
Al respecto, el ingeniero Mena puntualiza que “la industria química, en los últimos 30 años se ha ido haciendo más eficiente, menos contaminante, pero el reto sigue; hay todavía mucho quehacer en materia de eficiencia energética”.
México sigue siendo relativamente ineficiente, toda vez que su industria se diseñó y se creó en tiempos de energía barata, cuando el cambio climático no era una preocupación. Por lo anterior, la eficiencia energética constituye el principal reto para reducir las emisiones de GEI.
“De igual manera tenemos retos con el agua; hay algunas industrias que son especialmente contaminantes de los cuerpos de agua”, señaló el experto.
Destacó que, afortunadamente, cada día hay más consciencia de la necesidad de transformar la industria para que sea menos contaminante y menos agresiva con el ambiente.
A su vez, las autoridades son cada vez más exigentes sobre el desempeño industrial. Ello permitirá que el crecimiento que requiera la industria, se realice con tecnologías y sistemas más amigables con el medio ambiente.
Hoy en día, hay tecnologías disponibles, y los conocimientos para hacer mejor las cosas. Es así que el problema que limita su adopción, es sobre todo, económico. Sin embargo, hay factores que impulsan a tener mejor tecnología: una industria cada vez más global, mayor consciencia empresarial, y mayores demandas por parte de la sociedad, de las ONG’s y de las autoridades.
Los retos principales para las industrias química y petroquímica
Ambas industrias tienen en el largo plazo el reto de la disponibilidad de materia prima. El precio del petróleo y del gas natural va a seguir en aumento. Estos dos hidrocarburos son los principales insumos energéticos y de materia prima. Por ello, estas industrias enfrentan el reto de un creciente costo.
Otro gran reto es la producción de productos menos persistentes en el ambiente, para no contaminar su entorno.
Por otro lado, la manera más actual de disminuir la huella ecológica, ambiental y de carbono, consiste en diseñar completa la cadena de suministro de forma integral y sustentable. Esto implica influir en los proveedores, los clientes y los consumidores, para construir un sistema “verde”. En este sentido, debido a que hay una presión social creciente, no basta con que la empresa haga bien lo que le toca; es necesario que también se asegure de que los que le proveen, y los que le compran, hagan bien las cosas.
Por otra parte, el ingeniero Mena comenta que la industria química mexicana tiene perspectivas alentadoras, pues aunque tiene en el largo plazo la problemática de suministro de materias primas, México es un país privilegiado en recursos naturales. Es muy probable que el país cuente con más gas natural del que actualmente explota. Así, en la medida en que se encarecen los insumos, se encarecen también los productos, lo que permite que se mantenga el negocio.
La industria mexicana enfrenta competencia internacional muy fuerte, sobretodo en el sureste asiático y medio oriente. Estas regiones han desarrollado una industria petroquímica muy amplia, pero su mercado es también creciente.
El gobierno federal publicó el Programa Especial de Cambio Climático (PECC), que es un documento que plantea metas importantes y ambiciosas para reducir la huella de carbono. Este programa conlleva acciones que se están llevando a cabo, que van desde reforestar, hasta disminuir la cantidad de combustibles quemados, pasando por el fomento a la producción de energía eólica en Oaxaca.
En sí, son un conjunto de cientos de acciones. Las que están comprometidas y presupuestadas, son las de esta administración. Aunque queda mucho por hacer, se está avanzando conforme a programa.
Las metas que incluye el PECC al 2030 y al 2050 requieren de un fuerte impulso para su realización, por lo que es necesario que no sólo contribuya el gobierno, sino toda la industria y la población. Para que estas metas ocurran, es necesario hacer un cambio muy profundo.
Asimismo, para cumplir una norma de eficiencia en materia energética, tenemos mucho camino que andar; el PECC tiene las direcciones correctas, pero la implementación es lenta.
En tanto este tema es muy sensible para la sociedad, se espera que las administraciones por venir, no sólo continúen con las metas del PECC, sino que las incrementen y las apoyen. Es muy probable que ocurra, porque ésta es una tendencia mundial, realmente la conciencia de este problema no va a desaparecer.
“Soy optimista en que esto avanzará y en que México, gracias a que ha sido proactivo desde un principio, estará en una buena posición para tomar ventaja y ser líder en los países en desarrollo respecto al avance en el tema”, puntualizó el experto.
Algunas de las medidas que hay que tomar, son rentables independientemente de la reducción de impacto. Muchas de esas medidas son las que se están tomando: el reemplazo de focos incandescentes por ahorradores, la sustitución de refrigeradores, la eficiencia de los vehículos, son medidas que se pagan, y rápido.
Por otro lado, hay otras medidas que son costosas. Sin embargo, su implementación en México es más económica que en los países desarrollados, lo que representa una oportunidad. Para verificar estas otras acciones, se requerirá que fluyan recursos y tecnologías de los países desarrollados, a los países en desarrollo. En este sentido, conviene ser oportunos y estar listos para tomar ventaja de estos mecanismos que ya existen.
De hecho, el mecanismo de desarrollo limpio ha puesto recursos económicos, México ha sido muy eficiente en captar estos recursos, pero Brasil, India y China han sabido usarlos con el fin específico de reducir sus emisiones de GEI.
La aportación de recursos y tecnología, va a ocurrir y se va a incrementar, no sólo en el ámbito industrial, sino también en el área forestal y agrícola. Para alcanzar esas metas al 2030 y al 2050, se requerirá de apoyo financiero externo, por lo que debemos estar listos para que, cuando llegue ese apoyo que es bastante exigente, podamos demostrar nuestro potencial.
Perspectivas desde la industria
La industria puede y debe jugar un papel muy importante, sobretodo en el cambio climático, pues el 90% de las emisiones están relacionadas con la eficiencia energética. Por esta razón, la solución más rápida al problema de las emisiones de carbono, es un aumento en la eficiencia.
Una restricción es que el gobierno de México no tiene excedentes para subsidiar, la industria visionaria no necesita de subsidios, ya que, con los precios actuales de la electricidad y de las materias primas, los proyectos son rentables. El tiempo de recuperación de la inversión, es del orden de tres años, lo que, desde la óptica de una industria, es poco tiempo.
Asimismo, este sector tiene un papel muy importante cuidando el agua, que implica una huella energética alta. La energía que se requiere para tener el agua disponible (no sólo en el altiplano) es mucha, por lo que cualquier cosa que se haga para ahorrar agua, ahorra también energía.
Por todo lo anterior, el reto de los industriales es generar procesos eficientes para ahorro de energía y agua; también crear cadenas completas de suministro sustentables, es decir, no sólo hacer cambios internos, sino influir sobre sus proveedores y sobre sus clientes para que hagan sus cambios; y en tercer lugar, apoyar a sus trabajadores y su personal, para que ahorren energía, viajes, transporte empresarial, e impulsar acciones pequeñas como compartir automóvil, hay muchas medidas que se pueden ver como acotadas, pero si las hacemos todos, tendrán impacto.
“Para el Centro Mario Molina es muy importante difundir el mensaje de que todos tenemos que contribuir a resolver este serio problema del cambio climático, y que todos podemos y debemos hacer algo para disminuir nuestra huella de carbono: apagar la luz, usar menos el vehículo; difundir el mensaje de que debemos hacer esto por nuestra propia supervivencia y por el futuro de nuestros descendientes. Esto puede sonar un poco trillado o hueco, pero en verdad no hay tiempo que perder, no podemos seguir esperando que haya una solución mágica, la magia ya la tenemos, ya contamos con el conocimiento, ya sabemos cómo solucionar el problema; conlleva un esfuerzo, conlleva un compromiso que hay que asumir en beneficio propio”, concluyó Mena.
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